Retomamos la inspiración de las tradicionales historias sobre brujas que habitan en todos los rincones de México y el mundo, desde aquellas que deambulan solitarias, hasta las que se congregan en las Noches. Tres piezas colgantes para pared representan la evolución de nuestra joyería a un formato mayor; en ellas apreciamos el círculo de fuego en la parte superior, formado por nuestro clásico cordón de algodón, y las avivadas llamas como pompones a los lados. Abajo, las cabezas de las brujas, una solitaria, o tres o siete en reunión para el ritual, como borlas y amarres cortos de hilaza entintada; todas ellas flotando en el aire, tal y como lo revelan sus faldones en caída a modo de mechones recortados.
